Woody Allen sitúa el escenario de esta su 47 película entorno a gran noria de Coney Island en la década de 1950. Allí se cruzan las vidas de cuatro personajes. Para contárnosla asigna al joven Mickey Rubin, un atractivo socorrista del parque de atracciones, que quiere ser dramaturgo, como narrador de la historia, de la cual, a su vez, es coprotagonista. El primer de los personajes es Humpty, operario del carrusel del parque. Este está casado con Ginny, una exactriz con un carácter volátil que trabaja como camarera en el parque. El matrimonio de Ginny y Humpty no está en su mejor momento: él tiene problemas con el alcohol y se pone violento y Ginny no rechaza tener une affaire con Mickey. Por si fuera poco, la vida de todos se complica cuando aparece Carolina, la hija de Humpty, que está huyendo de su marido que es un mafioso. Mickey, a su vez, siente atracción por Carolina por lo que los celos aparecen.
Allen confirma que puso ese título a la película por la visión que se tiene del parque desde la casa de Ginny y Humpty y que su película tiene la dosis necesaria de amor y traición omnipresentes en la historia de la literatura desde las tragedias griegas. Bueno es una manera de ponderar la película que gana mucho gracias a las interpretaciones de sus protagonistas porque es bastante lenta o tal vez, es simplemente un poco más de lo mismo, un poco más de Allen que se repite.
Dirección: Woody Allen
Reparto: Kate Winslet, Justin Timberlake, Juno Temple, James Belushi, Max Casella, Michael Zegarski, Tony Sirico, Marko Caka, Jack Gore, Dominic Albano, Evin Cross, Debi Mazar, Brittini Schreiber, Geneva Carr, Steve Schirripa, Matthew Maher.
Duración: 101 min.
País: Estados Unidos. 2017.
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