"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









martes, 1 de septiembre de 2015

MARCAPÁGINAS - IX - VERANO



D'où vient des nuits d'été la lenteur paresseuse... 


Las lecturas estivales han seguido, en agosto, con estos otros títulos que aparecen a continuación y que son de lo más variopinto. He leído lo que me ha parecido interesante de lo que ha ido cayendo en mis manos en este mes. 

Así, repetí autor y leí  la última novela de Gustavo Martín Garzo, Donde no estás, muy diferente a la que había leído hacia unas semanas.
Garzo sitúa la acción en un pueblo de los Montes de Torozos, Villalba de los Alcores. A este pueblecito llega Ana para encontrar respuestas a varios de los porqués que ha ido planteándose a lo largo de su vida. Ana quiere saber qué indujo a obrar de la manera cómo lo hicieron las personas de su familia, especialmente a su madre y que tantas consecuencias han tenido para ella. En Villalba, encontrará al personaje capital de la historia, su abuela, mujer juiciosa, de gran vitalidad y fortaleza -llega a asumir como propios los avatares de quienes la rodean-;  moderna para los tiempos que corrían en los pueblos de aquella época y para quien la vida no fue fácil a pesar de ser la ‘rica del pueblo’. Sin embargo, Ana no solo va ir conociendo el pasado familiar a través de lo que le cuenta su abuela, sino que una polifonía de narradores le contará lo que ellos vieron o vivieron o más bien, aquello que ellos consideran que puede ser contado. De esta forma, asistimos a la narración de un mismo acontecimiento en más de una ocasión, por lo que parece que el autor repite sucesos. Esta manera de contarlos sirve a  Ana para darse cuenta de que las historias de las familias se conforman de silencios y clamores, de verdades y secretos, de rumores y olvidos, de amores y rencores, de …  y que en esto, la suya es como las demás, los tiene abundantes. Para llegar a la conclusión final, Ana cuenta también con la carta que su madre le dejó, su madre quería que ella supiera.
Esta novela de Garzo tiene su origen en otra anterior, La carta cerrada (Lumen, 2009), que no he leído todavía. Sobre Donde no estás  puedo decir que me ha gustado, creo que Garzo, sin llegar a ser Marías, cada día está consiguiendo mejorar sus historias. Por otra parte, quiero añadir que me sigue llamando la atención, a pesar de que en su narrativa es habitual, que en los libros de Garzo se hable de mi pueblo y de los pueblos de la comarca que conozco, por lo que no necesito imaginarme el escenario  ya que lo tengo delante de mis ojos y que Garzo también conoce porque pertenece a su infancia.

A Garzo le siguió David Grossman con Gran Cabaret. Una novela que me sorprendió. Al principio, no logré seguir el hilo, me despiste. La ausencia de signos de puntuación, la mezcla de las voces narradoras y de los diferentes tiempos: el tiempo del pasado y el del presente narrativo; hicieron que tuviera que volver a empezar y enterarme, por fin, de que Dóvaleh, llama al que ahora es un juez jubilado y con el que compartió algunos años en su juventud, para pedirle, o mejor exigirle que vaya a verlo actuar para que evalúe su espectáculo; Dóvaleh, es cómico  en local nocturno de Cesarea. Cuando sale al escenario, el juez se da cuenta de que Dóvaleh, está muy enfermo. Lo sorprendente para todos los allí presentes es que sus chistes son pesados, de mal gusto e incluso groseros por lo que, en un momento dado, la gente empieza a marcharse poco a poco hasta que el local queda casi vacío. Pero también se da cuenta de que hay un trasfondo personal en todo lo que cuenta, en el que el juez también es protagonista.
Gran cabaret, novela, en el fondo, dura,  bien escrita, de las que hacen reflexionar sobre la vida y sus eventualidades.

Después le tocó el turno a  La hierba de las noches de Patrick Modiano,  uno de mis escritores  franceses favoritos. La historia de La hierba de las noches transcurre en París, decorado favorito de Modiano, pero en este caso es el París poscolonial, donde el protagonista, Jean rememora diferentes momentos de su vida. En un momento dado, aparece  Dannie, un viejo amor y, junto a ella, varios de los huéspedes de  Unic Hôtel. A medida que la novela avanza, se irán descubriendo todos los entresijos de esta historia, que aparentemente, era cosa sencillita. 
Recojo aquí, la crítica de Le Monde sobre el autor y la obra que creo que es realmente acertada: «En La hierba de las noches Patrick Modiano lleva a su cumbre un género que él ha creado: la autoficción poético-policial. Modiano no había escrito nunca un texto tan poético, tan seductor como esta aparente novela negra» (Denis Cosnard, Le Monde).

También le tocó el turno a Borges, aunque antes leí uno de los libros autobiográficos de Thomas Bernhard, no recuerdo con exactitud cuál de los cinco que escribió porque cogí varios, creo que fue Un niño. De Bernhard sabía que era autor de teatro – de hecho tengo en casa para leer Maestros antiguos y Tala-, pero no sabía que hubiera escrito narrativa autobiográfica. Su forma de escribir es de una sobriedad absoluta, heladora.
De Borges, leí El hacedor, un libro en el que se encuentra 'Todo Borges', es decir, que los géneros que Borges cultivó en cuanto escritor, se encuentran en este libro: relato corto, poesía y ensayos. Un buen libro para conocer a Borges en todas estas facetas literarias.

Después de cerrar Borges, me decidí por el último libro de Umberto Eco Número cero. Esta es su séptima novela y con ella, Eco pretende, casi denunciar las malas artes de algunos periodistas de los años noventa en Italia. Y así, presenta a Colonna, quien a sus cincuenta años recibe la propuesta de Simei de convertirse en redactor jefe del diario Domani. La singularidad de este diario es que ‘montan’ noticias a partir de  búsquedas en archivos o de suposiciones, también son capaces de fabricar rumores que rozan la falsedad u otras maneras poco honestas. Pero al final, la historia se complica y tienen que cerrar el periódico a las carreras. Número cero, una novela cuyo título hace referencia a lo que ocurre con este periódico y donde el fluir sin brusquedades de la trama hace reconocer la maestría del autor en su oficio 
Una historia con un buen entramado para repasar ciertas prácticas periodísticas que están lejos de la ética profesional y que Eco, como gran periodista que es, tan bien conoce y no comparte. 

Estas han sido mis lecturas de este verano.  Lecturas casi todas de autores poco habituales para mí, aunque consagrados. Lecturas todas ellas agradables e interesantes que me han permitido acercarme a otros autores actuales. 

Ahora ya comienza otra nueva remesa de historias para los meses que se aproximan.




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