"EL SABER SE DEBE TANTO AL INGENIO COMO AL GUSTO."









miércoles, 8 de abril de 2015

MARCAPÁGINAS VI


Este invierno se me ha pasado muy rápido. Sé que ha sido un invierno duro, ha nevado bastante, lo que no es muy habitual, y sin embargo, no recuerdo haber sentido demasiado el frío, tal vez, por las mañanas y al regresar por las tardes, pero poco más.Tampoco tengo conciencia de haber leído tanto como antes, pero lo que he leído me ha gustado. Mucho cine, eso sí.
En cuanto a las lecturas, al principio de la estación leí unos relatos de Isaac Asimov que me han sorprendido agradablemente para luego, enfrascarme en la novela de Javier Marías, Así empieza lo malo  que me ha cundido bastante. Esta historia de vidas de burgueses que oscila entre la verdad y su representación; entre dolores indelebles y salvaciones casi desinteresadas; entre  obediencias y traiciones, entre amistades, amores y desengaños; entre muerte, conveniencias y desahogos, ha ratificado mi gusto por la lectura de las novelas de este magnífico escritor, casi, o  sin tal vez sin 'casi', el mejor  escritor de la narrativa actual en español.
Luego me he parado un poco hasta las vacaciones durante las que he leído más y muy diferente a lo que acostumbro, pero  y como ya me ocurrió en Navidad, dejo a Isabel que me preste algún libro. Ella siempre me reserva alguna novedad, como es el caso de  El libro de mi destino  de la autora iraní  Parinoush Sanie. Es un libro muy fácil de leer, en algunos momentos, dirías que, más que una novela es una crónica periodística, una biografía novelada poco literaria de esta joven que vive un sinfín de desgracias que no le dan tregua para el reposo ni a su frágil cuerpo ni a su pobre corazón. Podría resumir la novela suscribiendo lo que, en un diálogo, comentan la protagonista y su amiga íntima, Parvaneh, sobre cómo ha sido la vida  que ha llevado y dicen que es como una película indú, en la que a los personajes no paran de pasarles cosas raras, cosas que no suelen ocurrir en la vida real.

Después, he leído La cata de Roald Dahl en la edición ilustrada de la editorial Nórdica. Este libro lo vi en una  encantadora librería de barrio que abre los domingos por la mañana, un día en el que andaba por allí el editor para presentar las novedades de su sello editorial. Es la primera vez que leo a Dahl y procuraré repetir.

Por último, La fiesta de la insignificancia de Milan Kundera que me ha dejado muy impresionada por esta manera de narrar que nos sitúa, no sé si atreverme a decir, en un delirio de fabulación con buenas dosis de humor. Magistral también, pero de muy distinta manera.

Y así puedo resumir estos meses de invierno. Ahora viene ya la primavera y con ella, el 23 de abril y las sucesivas 'Ferias del libro'. Las editoriales disponen ya de todas las novedades  y los autores preparan ahora sus plumas, en este caso, para la firma de ejemplares. A ver quién será el más 'vendido' de esta nueva edición  de 2015.


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